jueves, 29 de diciembre de 2011

El Templo íbero de El Tossal de la Malladeta, La Vila Joiosa

Oyendo hablar en un programa radiofónico del libro "Catedrales" a su propio autor, Miguel Sobrino, me quedó clara la mezcla que siempre hubo entre lo sagrado y el intercambio comercial o, más bien, en un sentido más amplio, entre la actividad de culto y la actividad civil que solía darse en un mismo espacio destinado, en un principio, para lo sagrado. En este sentido hoy nos remontamos más allá del medievo, donde se encuadran las catedrales, para llegar de nuevo al mundo íbero, a la antigua Contestania, donde nos encontramos con un antiguo templo en el que todo esto de lo que estamos hablando queda bien patente. Entre muchas piezas de distinta procedencia, han aparecido algunos fragmentos de inscripciones contractuales en las que se cerraban distintos negocios en el propio Templo íbero de El Tossal de la Malladeta, en la comarca de La Marina Baja. El santuario estaba consagrado a una divinidad femenina, de la que no se conoce su nombre, y que ha sido interpretada como una especie de divinidad que representaba la vida y la muerte, siendo denominada por los arqueólogos como la "Diosa Madre", pues aglutina bastantes características de las ancestrales divinidades femeninas que seguramente no sean otra cosa que reminiscencias de los antiguos cultos a la "Madre Tierra".























*Fuente: B. García, Diario Información.

Durante quinientos años, entre los siglos IV a. C. y I d. C., el santuario íbero que coronó el Tossal de la Malladeta de La Vila Joiosa, fue un centro activo de cultos religiosos y transacciones comerciales del Mediterráneo, como demuestran las miles y miles de piezas halladas entre las estructuras de piedra que hoy se conservan. [...]. El templo estaba dedicado a la "Diosa Madre", de la que se desconoce el nombre, pero que "era símbolo de la vida y la muerte, de la fertilidad y la lluvia, la madre de todo" para los moradores prerromanos de La Vila. De esta diosa, se han encontrado numerosas representaciones en terracota y cerámica, la mayoría, quemaperfumes (cabezas huecas en cuyo interior se quemaban resinas y hierbas aromáticas) "con representaciones de aves y pajaritos en la frente, que representaban al ser monstruoso o real que se llevaba al espíritu de una persona al otro mundo", detalló el arqueólogo. "Muchos de los fragmentos son muy raros", señaló Espinosa -codirector del proyecto-, por ejemplo, los restos de ánforas y copas para vino del siglo II y I a. C. procedentes de Ibiza, ciudad dominada por los Jónicos y con la que había una fuerte relación comercial. "Se comprueba que los santuarios no sólo eran templos de culto religioso, sino que tenían una función comercial muy importante", destacó el arqueólogo. El santuario íbero del Tossal era el lugar en el que se firmaban los acuerdos mercantiles, explicó Espinosa, de hecho han aparecido pequeños fragmentos con inscripciones de alguno de esos contratos. "El santuario era un puerto comercial donde los funcionarios, los sacerdotes, que eran quienes sabían escribir, redactaban los acuerdos comerciales". Estos que tenían "carácter sagrado y no se podían violar porque sería un sacrilegio" contra la Diosa Madre, relató. Esta actividad comercial ha hecho que se hallen en el santuario restos de hace dos mil años de objetos llegados desde Italia, Francia, toda la Península Ibérica o el Norte de África.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Los Toros y el Monte de Guisando, El Tiemblo

Hoy queríamos citar las esculturas zoomorfas vetonas -conocidas como verracos- más famosas: Los Toros de Guisando. Pero no sólo la existencia de éstas, sino el cerro junto al que se encuentran y del que toman nombre, el Monte de Guisando, el cual constituye el inicio oriental de la Sierra de Gredos y cuya figura no hubo de pasar desapercibida a los caminantes que durante siglos y milenios recorrieron una vía pecuaria que en tiempos de Alfonso X el Sabio pasaría a formar parte de la red de Cañadas Reales, la conocida como Cañada Real Leonesa. El que esto escribe puede decir que su silueta al amanecer vista desde el oriente resulta impactante y más aún puede resultar si el viajero desconoce la existencia de estas cuatro esculturas de granito que a sus pies se encuentran y sobre las que tanto se ha especulado. Son varias las teorías que han tratado de explicar el significado de estas manifestaciones en piedra tan características del antiguo pueblo prerromano de los vetones, de entre las que destaca la postura que entiende que cumplían una función protectora o mágica del principal sustento de este pueblo: el ganado.















Los Toros de Guisando y, al fondo, el Monte de Guisando

Estos toros de piedra están alineados lomo con lomo mirando hacia el Occidente, precisamente hacia el Monte de Guisando. En uno de los toros destaca una inscripción latina que dice: LONGINUS PRISCO - CALA ETIQ – PATR – F., que según traducción del gran Manuel Gómez-Moreno significa: Longino erigió estos Toros a su padre Prisco Calético, lo cual abrió especulaciones en relación a su origen cronológico, pues pudieron haber sido esculpidos en época romana al estilo indígena -vetón en este caso-, aunque más bien se cree que la inscripción fue posterior a la creación de estas esculturas. En el Monte de Guisando, en su ladera, existen los restos del Monasterio jerónimo de Guisando, donde Felipe II pasaba las semanas santas, lugar del que se dice pudo estar entre los que barajó como posibles ubicaciones del futuro monasterio de El Escorial, aunque otros autores rechazan esta última afirmación; más arriba nos encontramos con la Cueva de San Patricio de la que Cela nos contó la leyenda popular que afirmaba que llegaba hasta Portugal, aunque hay quien, "más cauto, piensa que no más que hasta la laguna de Gredos". Por último, hemos de citar la existencia también de una ermita dedicada a San Miguel.
Desconocemos si existen o no más huellas del pasado que pudieran darnos alguna pista en cuanto a un posible pasado sagrado como monte, pero ahí dejamos constancia de todos estos elementos aglutinados en un mismo lugar que bien pudieran constituir pistas en esa dirección a falta, claro está, de verdaderas pruebas en forma de santuarios rupestres y otras manifestaciones que no sean estos magníficos toros que parecen custodiar eternamente al monte piramidal que les da nombre.

martes, 27 de diciembre de 2011

La estructura rupestre del Monte do Señoriño, Santa Mariña de Augas Santas-Allariz

En este año que ya acaba, un vecino de Armea, parroquia también de Allariz, halló por casualidad una curiosa estructura rupestre en Santa Mariña de Augas Santas que parece asemejarse a otras rocas destinadas al culto ritual tanto en épocas prerromana y romana. De confirmarse dicha funcionalidad sería la primera estructura rupestre sagrada galaica o galaicorromana hallada en territorio de la actual Galicia, pues los otros santuarios rupestres galaicos conocidos se encuentran en territorio portugués. En junio se inició un estudio a cargo del arqueólogo Adolfo Fernández a través del cual se pretende descubrir su verdadero uso. Estaremos al tanto de los resultados.

















Fuente: farodevigo.es, Miércoles 22 de junio de 2011

...lo que el equipo de Fernández –compuesto además por cinco personas, cuatro arqueólogos y un conservador– va a prospectar [...] podría tratarse de un santuario prerromano aunque Fernández se muestra "cauto" al respecto y no aventurará hipótesis hasta que finalicen los trabajos. Incluso entonces, dice, puede que tampoco se puedan realizar afirmaciones tan tajantes. No obstante, admite que el descubrimiento "levantó mucha polvareda" por las similitudes de los restos con estructuras prerromanas del Norte de Portugal que sí se han considerado como santuarios, como la de Fraga de Panóias, en Vila Real. "De ser un santuario prerromano, sería el primero en estar en el actual territorio gallego", explica, "y sería una novedad muy importante para la arqueología gallega, porque no se conoce mucho sobre religión y hallar un lugar de culto serviría para aclarar aspectos religiosos, de los que no se conoce mucho". Sí se sabe, por los ya conocidos, como el de Panóias, que en ellos se realizaban rituales de ofrendas a los dioses. "Como funciona a día de hoy Os Milagres o Fátima, donde la gente va a pedir cosas", señala.El que se atreve a formularlas, aunque también "con cautela" y "desde la humildad", es Manuel Gago, autor del blog "Capítulo cero". El también director del portal culturagalega.org y primer divulgador del descubrimiento realizado por el vecino Manuel Losada a través de su blog, uno de los más leídos de Galicia, opina que su funcionalidad parece aludir a un santuario galaicorromano y como pista alude a la "monumentalización de las piedras" que, al menos, sigue dos alturas, con las escaleras que conducen a ellas. Eso sin contar con que el topónimo del lugar, Monte do Señoriño, podría aludir a las culturas castrexas porque, explica, "señoriño" es "otra forma de llamar a los mouros", una palabra que en Galicia aparece en ocasiones ligada a castros, túmulos o, en general, a ruinas de piedra.

jueves, 22 de diciembre de 2011

El Templo de Augusto, Barcelona

Hoy traemos un curioso caso de sincretismo arquitectónico. En el patio interior de un palacio renacentista, justo detrás del ábside de la catedral de Barcelona, han sobrevivido los restos del Templo romano de César Augusto en lo que fue el foro de la antigua Barcino, en el conocido como Mons Taber. Aprovechando nuestra visita a Barcelona, para dejar constancia de esta oculta joya arqueológica y arquitectónica, haremos un repaso a su historia diciendo que la antigua Barcino fue fundada por Amílcar Barca, aunque con anterioridad a su llegada hay que decir que existían dos núcleos layetanos -Barkeno y Laiesken en Montjuïc- y un pequeño núcleo heleno conocido como Kallípolis -ciudad bella-, del que se desconoce su localización exacta, además de restos de finales del Neolítico y principios del Calcolítico.

Tengan ustedes un feliz solsticio.


















*Fuente: Wikipedia

El templo de Barcino estaba dedicado a Augusto, primer emperador y fundador de la Barcino romana. Fue construido pocos años después de la fundación de la ciudad, probablemente a principios del siglo I d. C. Era un edificio de planta rectangular, sobre podium, hexástilo y períptero, de unos 35 metros de largo por 17,5 de ancho, unas dimensiones considerables para la ciudad. Entre la columnata de orden corintio se situaba la cella, un habitáculo que contenía la imagen o escultura del emperador Augusto, accesible desde el foro. Las ceremonias no se hacían en el interior del templo sino en el exterior, en el mismo forum, hacia la fachada principal del templo. Parece que, además del Templo de Augusto, el conjunto estaba presidido por uno o dos templos menores más.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Tholos de La Zarcita, Santa Bárbara de Casa

No lejos de la Sierra de Aracena, en la comarca de El Andévalo o El Campo de Andévalo, se encuentra el municipio de Santa Bárbara de Casa, muy rico en testimonios arqueológicos. De entre ellos hay que citar, además del poblado neolítico fortificado de El Cabezo de los Vientos, cuatro construcciones megalíticas circulares de enterramiento del Calcolítico -o tholos- destacando el conocido como La Zarcita o Cabezo del Tesoro. Los otros tres tholos son El Cabezo del Molino, El Cabezo de la Suerte del Bizco y El Charco del Toro. Pero nuestro principal protagonista de hoy, a pesar de que en el título de la entrada hemos querido dejar constancia del conjunto de megalitos existentes en este lugar, es el de La Zarcita o Cabezo del Tesoro.

















En este tholo se halló una especie de recipiente rectangular en el que existen unos signos que la Dra. Ana Vázquez Hoys ha interpretado como caracteres de un antiguo sistema de escritura. De ser cierto, estaríamos ante un hallazgo que retrotraería el inicio de la escritura en la Península Ibérica al menos dos milenios, del I al III Milenio a. C., con lo que quizás no fuera tan descabellada, como en un inicio pudiera parecer, la afirmación de Estrabón en la que decía que turdetanos -o túrdulos, pues para él eran lo mismo, cosa que no ocurre con otros autores- tenían poemas y leyes en verso de 6000 años, pues con el uso de una hipotética escritura, llamada Huelva B por Vázquez Hoys en relación a los signos del recipiente o Navecilla de La Zarcita, podrían haber transmitido más fácilmente dicho bagaje cultural que no únicamente usando la tradición oral. También se baraja la posibilidad de que este objeto pudiera ser de importación y, por tanto, no autóctono. Sea una cosa u otra, ojalá esa nueva línea de investigación depare en un futuro cercano agradables sorpresas en cuanto a un mayor conocimiento del pasado ibérico y sobre el origen de la escritura.
















El Recipiente o Navecilla de La Zarcita, en primer plano, junto a otros objetos del yacimiento, Museo de Huelva

lunes, 19 de diciembre de 2011

El Altar Rupestre de La Atalaya, El Tejado de Béjar

Hoy volvemos a una zona rica en este tipo de testimonios, pues son muy abundantes los roquedales de granito con huellas de antiguos moradores en lo que fue territorio vetón. Además retornamos al Cerro del Berrueco, de muy rica arqueología, para dejar constancia de nuestro protagonista de hoy, del que todo parece indicar que fue un antiguo altar rupestre, pues resulta muy complicado encontrar un significado funcional a las huellas humanas que en él se encuentran en forma de peldaños y piletas y que tanto nos recuerdan a otros altares rupestres, unos cuantos de ellos bastante cercanos a éste. El lugar es conocido como La Atalaya, una elevación de forma más o menos piramidal que se eleva al sureste del Cerro del Berrueco.


















*Fuente: J. Francisco Fabián García

...se encuentra dentro del complejo arqueológico del Cerro del Berrueco, suficientemente conocido en la bibliografía desde principios del s. XX. Dentro de una superficie de 8,7 km², presidida por una elevación principal – El Berrueco – y otra menor y adyacente – El Berroquillo – se conocen repartidos por diferentes puntos un total de 8 yacimientos arqueológicos de entidad, cuya cronología va desde el final del Paleolítico Superior hasta la época tardorromana y visigoda.Uno de esos lugares donde se encuentra cerámica fragmentada en cantidad aceptable, sin que se pueda decir nada muy seguro, es La Atalaya, una elevación de forma cónica que se alza en la ladera sureste del Berrueco, en la transición hacia las mesetasque la rodean. Constituye La Atalaya, como es común a todo el Cerro del Berrueco, una amalgama de bloques graníticos apiñados de todos los tamaños, que dan al paisaje una singularidad muy especial, constituyendo una elevación muy evidente desde el SEy el sur, dominando visualmente – como su nombre bien indica – todo el entorno, desde una diferencia de altitud de unos 230 m aproximadamente. La Atalaya culmina en una gran ›bola‹ granítica, destacada y evidente, que se eleva entre 10 y 15 m dependiendo del punto desde donde se mida. Inmediata, al lado de su base por el sur y de alguna manera protegido por la gran roca culminante, está el altar rupestre. Lo constituyen tres elementos: una roca con escaleras talladas, un abrigo yuna roca con cazoletas, los tres independientes pero inmediatos y formando un conjunto por su proximidad.[...]Interpretar este lugar resulta obviamente difícil. Si podemos considerarlo relacionado con la ritualidad, no es por otra cosa que porque no se le advierte ninguna posibilidad funcional, básica y cotidiana. Por otro lado, en el punto en que está enclavado, poco o nada puede hacerse dentro de las actividades habituales relacionadas con la producción o transformación de materias primas, sobre las que una de las primeras dificultades, en el caso de haber sido así, hubiera sido llegar hasta el sitio por el lado más fácil, desde el noroeste, teniendo que portar el tipo de elemento o materia a manipular, ya que una roca tapona el paso cómodo hasta el altar.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Santuario de La Escuera, San Fulgencio

En las proximidades de la desembocadura del río Segura, en su margen izquierdo, en los años sesenta del siglo pasado la arqueóloga Solveig Nordström -incansable luchadora en favor del patrimonio histórico levantino- halló, en el Yacimiento arqueológico de La Escuera, los restos de lo que se ha interpretado como un santuario púnico-íbero, el Santuario de La Escuera. Hoy en día dicho santuario de 300 metros cuadrados se sigue excavando, habiéndose descubierto que éste estaba unido a la calle principal de lo que fue el poblado, justo la que va a la puerta de la muralla. Dicho asentamiento posiblemente fue un enclave comercial, un puerto de entrada, que pudo ser abandonado tras la conquista romana, pues quedó fuera de las rutas comerciales en favor del puerto de Santa Pola. Todo esto se sabe por la gran presencia de cerámica importada y las marcas de rodadas realizadas por carros de mercancías, posiblemente muy pesados, en lo que fue el acceso al poblado.


















*Fuente: Ritos de armas en la Edad del Hierro. María del Mar Gabaldón Martínez

El yacimiento de La Escuera se encuentra en lo que fue en la Antigüedad una pequeña ladera de un monte a una altura entre 11 y 14 metros sobre el nivel del mar, dominando la orilla izquierda de la desembocadura del Segura. En las excavaciones que se llevaron a cabo en 1960, la excavadora, la arqueóloga sueca Solveig Nordström, halló en la parte baja del poblado, en el denominado Bancal B, un conjunto de departamentos que fue interpretado como un lugar de culto. Esta interesante construcción, próxima a la muralla meridional del poblado, está formada por varios departamentos o ambientes que configuran un edificio, o mejor varios edificios, que forman un conjunto de planta rectangular, orientado en dirección norte-sur.En este conjunto se ha documentado una especie de patio o pórtico con basas de pilastras (ambiente f), y entre los materiales hay que destacar los vasos cerámicos para el ritual (vajilla geminada), restos de animales y de ceniza, cerámica polícroma, ática y de barniz negro, etc. En uno de los departamentos (el d) se halló una pequeña hornacina de piedra con una columnita en el centro, que ha sido interpretada recientemente como un betilo. Por su parte, en el ambiente e, abierto en la parte sudeste del edificio, se hallaron algunos fragmentos cerámicos, una placa de hebilla de bronce, una punta de lanza y abundantes escorias de hierro, así como restos de caracoles y cenizas y huesos de animales.Por otra parte, en las excavaciones de S. Nordström, en el departamento h (quizá una calle) de este conjunto se halló entre otros objetos un "mango, que parece de espada". El edificio, que se ha fechado entre los siglos IV y III a. C., presenta algunas semejanzas con el santuario púnico de Kerkouane.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Tholos do Caladinho, Redondo

Hoy nos acercamos a El Alentejo para continuar con testimonios rupestres, o más bien megalíticos. El Tholos do Caladinho es un monumento funerario calcolítico con una cámara de planta circular de 4 metros de diámetro.
Este túmulo sufrió hace unos años un acto vandálico, aunque afortunadamente no fue expoliado en su totalidad, con lo que a través de una intervención realizada posteriormente en los años 2006 y 2007 se halló un importante conjunto cerámico además de distintas piezas líticas.

















Son muy abundantes los testimonios de este tipo en esta región ibérica -ya dejamos constancia por aquí de alguno de ellos-, con lo que repetiremos visita en más de una ocasión.

martes, 13 de diciembre de 2011

Petroglifo de Outeiro de Campelos, Caamaño-Porto do Son

Hoy volvemos a una tierra muy abundante en manifestaciones cultuales de todo tipo y, en concreto, de gran abundancia en petroglifos. El Petroglifo de Outeiro de Campelos en la parroquia de Caamaño, dentro del municipio de Puerto del Son, fue recientemente descubierto por J. Guitián Castromil y X. Guitián Rivera en el año 2000 y es muy poca la información que hemos encontrado al respecto. Así que como siempre, en estos casos, agradeceríamos cualquier tipo de información que se nos diera al respecto. El animal representado en estos petroglifos es el ciervo, así que traemos hoy como fuente las palabras que Alfredo García Alén y Antonio de la Peña Santos, recogidas por Javier Torres en su blog oestrymnio.blogspot.com, dedican a la representación de este animal en los petroglifos gallegos.

















*Fuente: oestrymnio.blogspot.com

Los cérvidos, representados en todas sus edades y sexos, bien sea en solitario o junto a otros ciervos en conductas de apareamiento o de cuidado de la prole, y en escenas de caza, aparecen en cerca del diecinueve por ciento de los grupos. El ciervo es un motivo de claro simbolismo mágico por su nobleza, la dificultad de cazarlo y su combatividad en período de celo.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Megalitos de Cornudella, Cornudella de Baliera-Arén

Hoy nos acercamos a la comarca de La Ribagorza para adentrarnos en un profundo robledal que esconde un interesante conjunto de megalitos en un paraje de gran belleza y singularidad. En concreto nos encontramos con dos dólmenes y un menhir. Los dólmenes son conocidos como Cabaneta del Fornó y Cabaneta del Trancat de Dalt; el menhir -o supuesto menhir- algunos creen que pudo formar parte de un tercer dólmen del que sólo quedaría dicha piedra.
Tratando de buscar un significado a estas construcciones prehistóricas, se pueden tener en cuenta las palabras del antropólogo Ricardo Mur, de las que hemos tenido conocimiento a través de la página web Arquivoltas, dedicada al Románico: ...también nuestras iglesias románicas son materialmente lo mismo que los dólmenes: piedras sabiamente dispuestas y huesos en su interior. Si concedemos la intencionalidad religiosa y la espiritualidad a estas, ¿Por qué negar a aquellos un posible uso de liturgia espiritual de nuestros remotos antepasados?















*Fuente: pirineos.com

En los bosques de robles de Cornudella de Baliera se encuentra un conjunto de dólmenes testimonio de la historia del hombre en Ribagorza. Ocultos en medio de un tupido bosque se hallan los restos de unos monumentos funerarios de inhumación colectiva, unos dólmenes que en su origen estuvieron cubiertos con tierra. El espacio que queda entre ellos está ocupado como cámaras de enterramiento y en el centro pueden contemplarse algunas interesantes piezas arqueológicas de este yacimiento. Los dólmenes son de pequeño tamaño y de planta rectangular y muchos tienen en la entrada una losa más pequeña que el resto y que sirve para obstruir parcialmente el acceso. Por su situación, corresponderían a comunidades de economía predominantemente pastoril y su origen podría situarse en los periodos del Eneolítico y Neolítico, aproximadamente a partir del 5.000 antes de Cristo.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Altar fenicio de Caura, Coria del Río

Hace menos de un mes ya estuvimos en la antigua ciudad de Caura, donde población tartésica y púnica convivieron en un mismo espacio urbano. Nuestra anterior visita fue para dar cuenta de un santuario fenicio en el conocido como cerro de San Juan, en la ciudad de Coria del Río; hoy volvemos para mencionar la presentación, en el Museo Arqueológico de Sevilla, de un altar de manufactura fenicia recientemente restaurado. Éste se halló en 1997, en el mismo casco urbano de Coria del Río, y ha sido fechado en el siglo VII a. C. Tras su análisis, se ha llegado a la conclusión de que los sacrificios de animales no se realizaban sobre el mismo, ni tampoco su posterior asado o incineración, al no haberse hallado microcarbones que pudieran constituir una prueba en dicha dirección, por lo que se entiende que se ofrecerían a la divinidad -el dios Baal- en el altar ya asados y probablemente en bandejas metálicas.










*Fuente: Agencia Efe, 01/diciembre/2011

Arqueólogos, biólogos, botánicos y restauradores del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) han extraído información de un altar fenicio del siglo VII antes de Cristo, hallado en Coria del Río (Sevilla), como si fuese "una caja negra" que ha conservado restos biológicos durante 2.700 años.Los restos hallados en la tierra arcillosa prensada con la que se construyó este altar de 90 centímetros de largo por 60 de ancho y 45 de altura y casi media tonelada de peso ha revelado que los rituales fenicios efectuados por los tartesios incluían la incineración de vísceras de caprinos, empleando maderas de encinas, alcornoques, chaparros, olivos y jaras.[...] El director general de Museos de Andalucía, Miguel Castellano, ha señalado que aunque el altar carezca de "monumentalidad, estética o belleza" es un hallazgo importante por la información que ha propiciado sobre los ritos al dios Baal y la información aportada sobre la cultura tartesia y fenicia.La directora del Museo Arqueológico de Sevilla, Concepción Sanmartín, ha expresado la emoción que le produce esta pieza ahora restaurada y que se mostrará en el Arqueológico de Sevilla, en una nueva sala dedicada al Tesoro del Carambolo y la cultura tartésica.También que las vísceras y carne de animales se ofrecían ya asadas, probablemente en bandejas metálicas, ya que no se han hallado microcarbones, lo que elimina la posibilidad de combustión sobre el altar.Hallazgos como el de este altar demuestra, según Sanmartín, que los fenicios y la población autóctona convivían también en el interior de la Península y no solo en las costas, como se pensó durante años.Tras cinco o seis generaciones de convivencia, como han demostrado otras investigaciones sobre cerámicas y orfebrería, Sanmartín ha señalado que quizás habría que hablar sólo de tartesios, por la integración de los fenicios.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Pinturas rupestres de la Cueva de La Garma, Omoño-Ribamontán al Monte

Muy cerca de la famosa Cueva de Altamira, encontramos la Cueva de La Garma, donde hace escasos días se ha publicado un curioso descubrimiento que ha doblado, prácticamente, la antigüedad estimada de las pinturas existentes en la misma. Una estalagmita ha sido el elemento crucial para llegar a esta conclusión que dejaría de encuadrar estas pinturas en el Magdaleniense y lo haría en el Gravetiense, lo que supone un importante cambio en la visión que se tenía con respecto a este periodo considerado como mucho más primitivo de lo que estas pinturas parecen decirnos. Esto demuestra, una vez más, que es mucho lo que se desconoce aún sobre estos lejanos periodos y manifestaciones de la Prehistoria y que, seguramente, la ciencia está únicamente manejando las primeras piezas de un complejo puzle.













Monte La Garma, donde se halla la cueva bajo la visera blanca que se aprecia en la fotografía


*Fuente: Teodoro San José, El Diario Montañés

Los artistas rupestres que mostraron su inspiración sobre las paredes de la cueva de La Garma (Omoño, Ribamontán al Monte) frecuentaron aquella cavidad muchos miles de años antes de lo que venía señalándose en los libros de Historia. Se aceptaba que las pinturas eran coetáneas a las de Altamira, realizadas algo así como hace unos 15.000 años, pero las últimas investigaciones científicas han doblado la antigüedad. Ahora se tiene la certeza de que algunas imágenes de La Garma datan de hace entre 25.000 y 30.000 años. Y si se sabe es gracias a una minúscula estalagmita. O también estalactita, pues no crece en el suelo o en el techo, sino que surge sobre la pared.[...]La Garma tiene inventariadas más de medio millar de pinturas y grabados paleolíticos, sobre todo de animales, desde bisontes o caballos a uros o toros salvajes y ciervos, aunque también aparece el hombre, manos y signos primitivos. Pertenecen a distintos autores y periodos, si bien el reloj cronológico de los investigadores se había parado al fijar una antigüedad estimada de unos 15.000 años, la misma que para los artistas que pintaron Altamira. «Había cierto despiste en cuanto a su datación, pero el Magdaleniense era el límite aceptado para las pinturas de La Garma», indica Arias (Pablo Arias, catedrático de Prehistoria y uno de los directores de las excavaciones en aquella cavidad). «Ahora la medición geofísica es más precisa y se demuestra que pertenecen al estilo Gravetiense». Vamos, que se realizaron unos 150 siglos antes. Más o menos.
De modo que aquellos artistas rupestres que dieron rienda suelta a sus creencias o a sus inquietudes artísticas y pintaron aquel conjunto con un uro y dos cabras sobre un panel de roca dentro de La Garma lo hicieron hace unos 30.000 años. «Esa datación y esos grabados, su expresión gráfica, dicen más del pensamiento individual y de la complejidad social y de pensamiento de las comunidades de entonces», a la que hasta ahora se la consideraba más primitiva. «Ayuda a dar otra imagen de cómo pensaban y se organizaban en esas sociedades», sostiene Arias.

jueves, 1 de diciembre de 2011

El templo íbero de La Alcudia, Elche

Hoy nos acercamos de nuevo a la antigua Contestania, a un yacimiento donde se halló en el siglo XIX la más famosa escultura ibérica del mundo antiguo: La Dama de Elche. Pero nuestro protagonista de hoy no es este fabuloso busto, que ha pasado ya a formar parte de la Historia Universal con mayúsculas, sino el templo íbero hallado en el mismo yacimiento, en lo que fue la antigua Ilici; y no porque no merezca la pena dedicarle una entrada a la más grande, en importancia, de las esculturas de la Antigüedad de la vieja Iberia, sino porque ya es más que conocida y hay numerosísimas referencias a la misma en la bibliografía y en la red de redes, por lo que entendemos que era también importante dejar constancia de la existencia de este templo, mucho más desconocido, y de paso acercarnos al importante yacimiento arqueológico de La Alcudia de Elche.
Como elementos constructivos y de uso ritual en el mismo hay que destacar la mesa de ofrendas y una cámara subtérranea, además de distintos testimonios iconográficos. Para finalizar nuestra presentación, diremos que se han documentados dos estratos que nos indican dos fases distintas en el uso cultual de este edificio.

















*Fuente: "Vestigios cultuales en el templo ibérico de La Alcudia (Elche, Alicante)", Rafael Ramos Fernández

El ara que constituye la mesa de ofrendas ocupa el centro de este edificio. Está construida con piedras acopladas, y conserva el testimonio de su revestimiento de enlucido de cal, de 3 milímetros de grosor, aplicado sobre barro y pintado de rojo. Constituye una plataforma que se alza 0,60 metros sobre el pavimento y que, como pudo apreciarse tras su seccionamiento, estaba integrada por cinco hiladas o capas de piedras. [...] En una de ellas se instaló una gran piedra de río, sin pulir, que puede vincularse a la masseba que aparece en las fuentes bíblicas y medio orientales; y también allí, en la segunda fase se se encontró una terracota de la diosa, del tipo que suele denominarse de Tanit.
La cámara subterránea: [...] Parece evidente que la cámara subterránea pudo desempeñar la función de "pozo de los misterios", es decir de lugar inferior en el que depositar ofrendas y lugar para efectuar determinadas teatralizaciones tendentes a la repetición imaginativa de los actos de las divinidades. La sustitución de la capilla anterior por esa cámara subterránea evoca, si se accede al pensamiento de su época, la idea de la realización de representaciones alusivas al descenso de la diosa al seno de la tierra y a su posterior epifanía. Ese descenso a las entras de la tierra se relaciona con evidencia con la ubicación de las cuevas sagradas en las que los iberos practicaron acciones cultuales de carácter ctonio en los recintos más profundos de ellas, lo que en cierta forma es relacionable con las cámaras subterráneas de la diosa que citan textos relativos a ese tipo de ritos en áreas geográficas comunicadas con la ibérica, que además ofrecen representaciones plásticas que enlazan con las ilicitanas.
 
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