jueves, 31 de mayo de 2012

El falo de Rabanales, Rabanales

No hace mucho estuvimos en Los Hinojosos para hablar de un conjunto de antiguos falos de piedra junto a un calvario. Hoy dejamos constancia en estos lares de uno existente junto a la iglesia parroquial de Rabanales, una localidad de la comarca de Aliste, que muchos califican de romano, pero que, al igual que los de Los Hinojosos, bien pudiera haber pertenecido a un antiguo santuario fálico prerromano, como indica el autor de las líneas que hoy traemos. En ese sentido, hay que mencionar la existencia de otros dos, uno convertido en rollo jurisdicional y el otro marcado con una cruz -que es el que menciona el texto-, en Ufones, pedanía del propio Rabanales, con lo que tanto el de Rabanales, como los de Ufones, quizás hubieran pertenecido a ese mismo supuesto santuario.



 *Fuente: Jesús del Río Luelmo, El Síndrome de Marco Polo

... podéis ir a uno de sus pueblos, Rabanales, donde nos encontramos con un monumento sorprendente: junto a la iglesia nos encontramos con un falo de granito de unos dos metros de altura. Y cuya forma no deja lugar a dudas acerca de lo que representa. No, no se trata de un menhir, no. Su origen es oscuro, pero todos los indicios parecen apuntar hacia un santuario fálico de la Edad del Hierro. El culto fálico es tan antiguo como la humanidad, símbolo de fecundidad, de generación, de vida en muchas culturas: en la época romana los encontramos de todos los tamaños, sobre todo utilizados como amuletos. El hecho de que este se encuentre junto a la iglesia nos muestra cómo a veces perduran discretamente ciertos cultos y tradiciones insólitos. Si uno tiene suerte y está bien escondido puede aún ver alguna que otra mujer que roza discretamente el vientre contra la escultura, intentando atraer la fertilidad que sin duda representa. En el cercano pueblo de Ufones hay otro ejemplar de la misma especie, en el que hay una cruz grabada, no sabemos si se trata de un intento desesperado de cristianizar tal espectáculo, o de un ejemplo de sincretismo religioso como tantos otros más o menos conocidos.

miércoles, 30 de mayo de 2012

Grabados rupestres en el valle del Ocreza, Mação

Entre las regiones de Alto Alentejo, la Beira y el Ribatejo, en el valle del Ocreza a su paso por las cercanías de Mação, se encuentra un importante núcleo de grabados rupestres al aire libre que, separados entre sí únicamente por dos kilómetros y medio, abarcarían el conjunto de Barca da Amieira en el Tajo, la presa de Pracana, que sumergió un buen conjunto de grabados, Zimbreira y el Valle del río Ocreza.


En el río Ocreza el grabado más conocido, a pesar de su reciente descubrimiento en el año 2000, es una figura de caballo sin cabeza, pero el conjunto completo del río Ocreza se compone de 25 paneles donde no sólo existen representaciones de animales sino también antropomorfos, además de ideomorfos, alguna figura geométrica y una serie de círculos ya sean simples o concéntricos. Estos grabados abarcarían desde el Paleolítico Superior al Neolítico, con lo que las manifestaciones rupestres en estos parajes se dan a lo largo de milenios.

Río Ocreza

martes, 29 de mayo de 2012

Enterramientos en El Castellón Alto, Galera

No hace mucho nos acercamos en esta página a la población de Galera, en la comarca de Huéscar, para hablar de la necrópolis íbera de Tútugi. Hoy volvemos a acercarnos para continuar con la temática del mundo de los muertos pero para centrarnos en unos moradores más antiguos que los íberos por aquellos lares, aquellas gentes pertenecientes a la conocida como Cultura del Argar o Cultura argárica que se desarrolló por el sudeste peninsular en la Edad del Bronce. En El Castellón Alto, un poblado argárico, encontramos un buen número de enterramientos muy característicos de esta cultura, donde, en muchas ocasiones, los muertos eran enterrados bajo el suelo de las propias viviendas, con lo que el poblado se acababa convirtiendo en "morada de vivos y muertos".




*Fuente: huescar.org

El yacimiento de Castellón Alto está situado en el término municipal de Galera, a un kilómetro del núcleo urbano, en la margen izquierda del río Galera. El poblado del Castellón Alto se encuentra en la Cultura de El Argar, en un periodo avanzado del Bronce Peno (1900-1600 a. C.). De pequeño tamaño dentro del esquema argárico, en el momento de máxima ocupación, pudieron vivir allí entre cincuenta y ochenta personas. Constituye junto a los de Castellón Bajo y Fuente Amarga el legado de la Cultura del Argar. En el cambio que se produce en los primeros siglos del II milenio a. C. hay que situar la cultura Argárica que tiene su foco inicial en Murcia y Almería y que luego se extendió por todo el Sureste. 
[...] En ocasiones el cadáver aparece con la cabeza cortada. En los ajuares domésticos encontramos objetos de uso personal como armas, punzones o adornos, y que se veían complementados con alimentos para la otra vida. Cuando en 1989 se excavo el poblado argárico del Castellón Alto (1500 a. C.), los arqueólogos recurrían a los jornaleros locales de mayor edad para determinar que eran o para que servían algunos restos de fibras vegetales entrecruzados. Los hallazgos encontrados en estas zonas pone a la zona del Altiplanicie (norte de la provincia de Granada) como punto obligado de referencia. 
Las sepulturas argáricas se caracterizan tanto por sus rasgos constructivos (cistas, fosas, covachas excavadas en la roca, urnas...), como por su localización, generalmente asociadas a las casas. Los poblados más típicos de la cultura del Argar funcionaban por tanto como lugares de morada de vivos y muertos.

Las cabezas del Puig Castellar, Santa Coloma de Gramenet

Hoy traemos en un ejemplo del conocido como ritual de las cabezas cortadas fuera del ámbito celta en la Península Íbérica.  En concreto estamos hablando de dos cráneos aparecidos junto a la muralla del poblado laietano del Puig Castellar, en Santa Coloma de Gramenet. La fuente que hoy traemos nos deja claro que ha sido una práctica muy extendida en todo el planeta, donde a la cabeza cortada se le otorgó un carácter mágico por muchas y muy distintas culturas.
Aprovechando la visita a esta yacimiento, diremos que el poblado íbero se desarrolló más o menos entre los siglos VI y II a. C. Las calaveras pertenecen al periodo final de dicho poblamiento, lo que permitió su conservación al pie de la muralla.




*Fuente: Anna Pujol Puigvehí

En Puig Castellar (Santa Coloma de Gramenet) eran al menos dos los cráneos hallados a inicios de siglo al pie de la muralla. Uno de ellos, conservado en el M.A.B. -Museu d’Arqueologia de Catalunya-Barcelona- , está atravesado por un clavo de unos 20 cm., perpendicular a la base, de la que sobresale unos 4 cm.
[...] Son aún muchos los pueblos primitivos actuales que siguen con esta práctica, que se basa en la idea de que mutilando o destruyendo el cadáver se le priva de su venganza. Una modalidad de esta destrucción sería la antropofagia. La antropofagia cultural y la caza de cabezas tienen el mismo fin mágico: acrecentar las cualidades materiales y espirituales del individuo o la colectividad, absorbiendo la fuerza física y/o psíquica del vencido. Hasta tiempos modernos se ha podido estudiar bien en la tribu australiana de Queensland, que respetaba la cabeza en sus festines, o entre los Papúas Namán de Nueva Guinea, que ya sólo eran cazadores de cabezas que colocaban en su santuario, dedicado al culto de los antepasados.


Puig Castellar, Santa Coloma de Gramenet



viernes, 25 de mayo de 2012

El pilar-estela íbero de La Agualeja, Monforte del Cid

Este pilar-estela, con la representación de un toro como figura protagonista del monumento, forma parte de un rico conjunto hallado en el yacimiento arqueológico de La Agualeja, junto al río Vinalopó, en Monforte de Cid. Este animal se puede decir que era como un tótem para la tribu íbera contestana oriunda de estos parajes en el primer milenio a. C., pues son ya una quincena las figuras halladas en Monforte del Cid que representan a este animal. En relación al pilar-estela que hoy nos ocupa, en opinión del autor que traemos -Fernando Prados Martínez- tiene un clara influencia de la cultura y la religión púnicas.



*Fuente: Fernando Prados Martínez, A propósito del pilar-estela ibérico de Monforte del Cid (Alicante). Elementos para una discusión.

La construcción del pilar-estela se vincularía, dentro de los ritos funerarios ibéricos dedicados a los personajes destacados de la sociedad, a los realizados con posterioridad al sepelio (ritos postdeposicionales). La construcción del edificio sería muy propicia para señalar el lugar de la sepultura (en el caso de que ésta existiese, ya que podía tratarse de un monumento conmemorativo o simbólico y no de un sepulcro) y, principalmente, para llamar la atención de aquellos que pasasen cerca (de ahí la importancia de la elección del lugar de su construcción, en un cruce de caminos y junto a una vía fluvial). El pilar, auténtico hito espacial, sería un lugar de visitas periódicas, que irían acompañadas de libaciones u ofrendas y, en general, de celebraciones en recuerdo del personaje al que el mismo estaba dedicado. Esa fue, sin duda, la principal motivación de su construcción, la de funcionar como memorial. A través de la construcción del pilar y de la celebración de esos ritos funerarios es como el difunto alcanzaba un estatus de héroe emparentado con la divinidad.

jueves, 24 de mayo de 2012

Herdade do Xerez o Cromeleque do Xerez, Monsaraz

Repetimos visita esta semana al Alentejo para mencionar la existencia, cómo no, de otro singular conjunto megalítico: el Crómlech de Xerez, en Monsaraz. El punto negativo alrededor de este crómlech, con gran polémica en su momento, fue la reconstrucción del mismo en lugar distinto de su emplazamiento original por la construcción de un embalse que lo iba a inundar, además de hacerse en forma cuadrangular y no circular. De todas formas, es cierto que el conjunto de menhires o monolitos que lo componían se hallaban bastante dispersos, apartados para el desempeño de tareas agrícolas, con lo que al menos, gracias a los estudios de José Pires Gonçalves, éste se pudo agrupar de nuevo aunque fuera, tal y como hemos dicho, en lugar distinto. Eso sí, siempre se creyó -y se cree- que estas grandes piedras marcaban un lugar que sus creadores consideraban como sagrado o especial y que acababan mimetizándose con el paisaje que les rodeaba, con lo que, desde ese punto de vista, quizás hayan perdido totalmente su sentido, por otra parte totalmente desconocido para nosotros, más allá de saber que gran parte de ellos fueron lugares de enterramiento para las gentes del Neolítico y el Calcolítico.



*Fuente: remontando-el-vuelo.blogspot.com

 Está compuesto por unos 50 menhires de alrededor de metro y medio y en la posición central un gran menhir de más de cuatro metros, seguramente su disposición tendría algo que ver con la observación astronómica y el culto a los astros, pero lo que no podrían imaginar sus constructores es que unos 6.000 años después su gran obra tendría que ser desplazada a otra localización debido a la construcción de una gran presa, el embalse de Alqueva. Lamentablemente otros muchos restos arqueológicos, fundamentalmente pinturas rupestres, y bienes de interés histórico artístico y natural, se quedaron bajo las aguas del gran lago.


Foto realizada al crómlech por Emilio José Pérez -dolmentierraviva.blogspot.com- en su emplazamiento originario

miércoles, 23 de mayo de 2012

Bendueños y el dios Vindonius, Bendueños-Lena

Nos acercamos a tierras de antiguos astures para mostrar la existencia de un topónimo al que se le identifica con el teónimo Vindonius -o Vindonnus-; estamos hablando de Bendueños, en el concejo de Lena. Al teónimo en cuestión, se le atribuye un origen galo, no conociéndose a ciencia cierta si hacía referencia a un dios prerromano o si por el contrario supone un epíteto del dios Apolo, pues se han hallado ambos teónimos juntos en algunas de sus manifestaciones, aunque también ha aparecido por separado. El autor que hoy traemos parece inclinarse por la segunda de las opciones. Finalmente, diremos que el conocido como Santuario de La Virgen de Bendueños quizás constituya el lugar donde la antigua divinidad recibió culto en Bendueños, encontrándonos de nuevo, de ser cierto, con un lugar sobre el que se han ido sobreponiendo distintas creencias religiosas.

Santuario de La Virgen de Bendueños con la cordillera Cantábrica de fondo


*Fuente: Martín Sevilla Rodríguez, Posibles vestigios toponímicos de cultos célticos en el norte de la Península Ibérica

En el concejo asturiano de Lena se encuentra la aldea de Bendueños, de la parroquia de Herías. En ella se encuentra un santuario por el que se pasaba una de las rutas jacobeas de León a Oviedo. En la diplomática medieval asturiana aparece citado Bendueños en la expresión: ecclesie Sancte Marie de Uendonios, en un documento de falsificación pelagiana del siglo XII.
[...] El teónimo galo Vindonnus aparece sólo o como epíteto de Apolo en inscripciones latinas localizadas en un santuario en las cercanías de las fuentes que dan nacimiento al río La Cave, en el departamento francés de Côte-d'Or, antiguo asentamiento del pueblo galo de los Lingones. Tal teónimo pudo haber dado nombre a una divinidad independiente que posteriormente fue asimilada a Apolo o bien haber surgido como epíteto del dios Apolo, el dios que cura las enfermedades entre los galos, según César. En cualquier caso, el teónimo Vindonnus está sin duda relacionado etimológicamente con el adjetivo galo vindos "blanco", lo que quizá incline a considerar Vindonnus como un epíteto de Apolo en tanto que dios solar.
Una etimología Bendueños

martes, 22 de mayo de 2012

Escultura de antigua fuente romana, ¿alegoría del río Guadiana?, Medellín

Gracias a nuestro amigo Pichuneke, participante en este blog con interesantes comentarios, conocimos la existencia de esta escultura a raíz de la entrada que dedicamos al Dintel de los Ríos de Mérida, donde se divinizaba a los ríos Guadiana y Albarregas. Falta una inscripción que acredite que nos encontramos ciertamente ante una alegoría del río Guadiana, pero se puede deducir de la comparación con otras, como el caso del Dintel de Mérida mencionado. Se ha comprobado, además, por un orificio, que formaría parte de una fuente, además de faltarle su figura gemela, como era habitual en este tipo de esculturas que representaban a los ríos, en este caso, posiblemente, al antiguo río Ana. Se halló en las excavaciones del Teatro romano de Medellín y fue presentada al público, junto a otras dos grandes esculturas, en 2008.



*Fuente: Celia Herrera, Diario Hoy, 6 de noviembre de 2008

La otra escultura, un anciano tumbado sobre el brazo izquierdo que sostiene una ánfora por la que saldría agua, forma parte de una fuente decorativa que representa la alegoría del río Guadiana.
La figura mide 1,35 metros de longitud, y 72 centímetros de altura. Y lo mejor, tal como señalaba ayer Hipólio Collado, es que este tipo de figuras suelen tener una gemela, por lo que el equipo confía en poder encontrarla.
En realidad, entre el equipo de arqueólogos, investigadores, restauradores, peones y auxiliares de restauración (más de medio centenar trabajadores), «corren apuestas» respecto a lo que se encuentra y cuándo, reconoció entre bromas Fátima Marcos.
Y es que todo parece que está a favor de nuevos descubrimientos. Los fragmentos de esculturas monumentales y el buen estado de los restos encontrados hasta el momento hacen sospechar a los investigadores que aún quedan muchas y buenas sorpresas bajo la tierra en la que antes crecían olivos y jaramagos.


Excavaciones en el Teatro romano de Medellín, lugar donde se halló la escultura

lunes, 21 de mayo de 2012

Anta Grande do Zambujeiro, Valverde-Évora

Cuando dedicamos una entrada en 2009 al territorio peninsular más abundante en manifestaciones megalíticas -El Alentejo- ya citamos a este dolmen -Anta Grande do Zambujeiro-, entre los muchos existentes en esta región. El megalito actualmente se halla cubierto para su mejor conservación y está constituido por una cámara poligonal de 6 metros de altura. La entrada estaba marcada con un menhir de gran tamaño, ahora tirado en el suelo.



















El Anta Grande do Zambujeiro se cree fue construido entre el 4000 y el 3000 a. C., coincidiendo con la construcción masiva de megalitos en la región de Évora. En las excavaciones de 1965 dirigidas por Henrique Leonor Pina se hallaron distintos objetos como tablillas de pizarra, collares, báculos, objetos de cobre, además de cuencos y cerámica.
Este dolmen ilustra la gran capacidad organizativa de las gentes del Neolítico, donde las poblaciones fueron creciendo y poco a poco se fueron especializando, sin llegar, evidentemente -por suerte para ellos- a la excesiva especialización que sufrimos actualmente. Son tiempos muy remotos para nosotros, pero seguramente tuviéramos mucho más que aprender de ellos, que ellos de nosotros.
Para el conocimiento de estas misteriosas construcciones recomendamos visitar páginas como dolmentierraviva.blogspot.com, donde Emilio José Pérez ha fotografiado multitud de megalitos.

viernes, 18 de mayo de 2012

Cova do Rei Cintolo, Argomoso-Mondoñedo

Hoy no vamos a dejar constancia de ningún hallazgo arqueológico significativo más allá de una punta de una flecha de silex, restos de un humano del Paleotíco Superior y una breve ocupación medieval, además de un puñal de este mismo periodo. Nuestra entrada de hoy, además de para acercarnos a la cueva más extensa de Galicia, la Cova do Rei Cintolo, con 6500 metros de recorrido, es para dejar constancia de una leyenda alrededor de la misma de claro tinte céltico. Aunque, para matizar, hay que decir que bien parece más una recreación romántica del S. XIX que, de una forma más o menos distorsionada bien pudiera ser la transmisión de una tradición oral más antigua, que de un lugar de verdadera importancia histórica (más allá de la gran importancia espeleológica que sí tiene) por lo que nos ha contado hasta el momento la arqueología, más allá de los restos mencionados. Quede ahí constancia de esta leyenda, en una semana en la que el que esto escribe no ha tenido tiempo para mucho más en este blog.















*Fuente: tierragallega.com

En el lugar próximo al que hoy ocupa la ciudad de Mondoñedo, antes, mucho antes, existió en ese lugar un importante castillo, que era la morada del Rey Cintoulo. Este monarca era padre de una hija muy hermosa y querida por todos los súbditos de su padre, no solo por su belleza, sino por sus bondades. La riqueza material del Rey Cintoulo era tan importante que otros reyes incluso de estados muy lejanos deseaban emparentar con él, casándose con su hija la princesa Manfada. 
Por esto, los reyes y personas importantes de diversos estados, solían visitar frecuentemente al rey de Bría, celebrándose con este motivo grandes fiestas y las gentes estaban contentos y vivían en paz. La mayoría de los pretendientes eran rudos y acostumbrados a batallar y ganaron sus posiciones gracias a las guerras, traiciones y asesinatos. Por esta circunstancia tanto el padre como la hija, no tenían mucha prisa por celebrar esponsales. 
Un día, llegó un joven conde a Bría, llegó sin mucho séquito pero rápidamente se hizo querer por su simpatía y amabilidad. La joven princesa, por primera vez se sintió atraída por él e incluso el padre no miraba con malos ojos una posible boda. Cuando todos se las prometían muy felices, hasta Bría llegó un numeroso séquito de hombres a caballo con armas y gran estruendo de trompetas. Acamparon como si fuera una plaza tomada y su jefe, que era una persona ya entrada en años y con una prominente barriga, mando mensajeros al Rey Centoulo diciendo que el poderoso rey Tuba de Oretón acababa de llegar y que quería ser recibido para tratar de su boda con la princesa Manfada y que de no ser recibido de forma inmediata tomaría por la fuerza el castillo y se llevaría a la princesa.


Esta amenaza llenó de temor e inquietud a todas las gentes del castillo. Ante la incertidumbre de que hacer y como defenderse de esa tremenda e inminente amenaza, el conde Hollvrudet se ofreció para enfrentarse con el rey de Oretón. Como era diestro en el manejo de las armas y estaba profundamente enamorado de la princesa Manfada, no dudó en enviar este mensaje a los enviados del rey Oretón. Tuba, que era un brujo, un gran vedoeiro, reunió a otros brujos que le acompañaban para tramar un encanto que le permitiera vencer al conde ya que debido a su gordura sabía que no tenía la suficiente destreza para enfrentarse y ganar al conde.
Un trueno tremendo hizo temblar la tierra de Bría, todo el castillo se derrumbó y las gentes salieron despavoridas quedando muchas de ellas aplastadas por las piedra. El Conde Hollvrudet sale ileso y consigue llegar hasta el rey Tuba a quien atraviesa con su espada. De regreso al castillo observa con terror que el castillo había sido tragado por un gran agujero que se abría en ese lugar. Se introdujo por la cueva pero tan solo vio algunas extrañas columnas, corrientes de agua, serpientes y lechuzas..... pero de las gentes o incluso restos de los enseres del castillo, nada ..... 
La Cueva del Rey Cintoulo, se encuentra en Supensa que pertenece a la parroquia de Argomoso, cerca de Mondoñedo. Existen varias leyendas entorno a esta cueva, pero en general se dice que hay una princesa de gran belleza encantada en su interior y que está guardada por un monstruo terrible. Se cree que en el interior de la cueva existen grandes riquezas y se dice también que quien rescate a la princesa se casará con ella y será el administrador de esa gran fortuna. 
Se cuenta que en distintas ocasiones hubo personas que bien armados e incluso acompañados con fieros perros preparados para la caza del jabalí entraron en la cueva y nunca nada más se supo de ellos.

viernes, 11 de mayo de 2012

El rito del herniado, Lobera de Onsella

Hace unos días, en un programa radiofónico, oí hablar de este ritual sanjuanista de claro tinte ancestral. En él se mezcla la antigua festividad del solsticio de verano, con el culto al árbol y un ritual curativo. Se conoce como El rito de herniado y se celebra en un bosque del pueblo de Lobera de Onsella, un municipio de la comarca aragonesa de Las Cinco Villas -Zinco Billas-. Esta comarca se extiende más o menos, a grosso modo, por lo que fue territorio de los antiguos suessetanos.
Pero volviendo a nuestro rito protagonista, dejemos que sea el etnógrafo Ramon Violant i Simorra quien nos cuente en qué consiste.

Lobera de Onsella















*Fuente: Ramon Violant i Simorra

En dicho pueblo hay un antiguo bosque sagrado cercado por una vieja tapia de piedra y lleno de robles frondosos. Cerca de él se halla una ermita dedicada al Bautista. La víspera de San Juan se abren a hachazos tantos robles jóvenes como sean los enfermos que calculan que han de acudir, y por la noche encienden una gran hoguera ante el pórtico de la ermita. Ya desde el atardecer se han reunido en ésta los enfermos, y puede verse el presbiterio lleno de niños enfermos que duermen sobre el suelo, en espera de la medianoche, hora mágica en que desciende al bosque la virtud sobrenatural. A las doce en punto, el párroco, revestido de sobrepelliz, entona una salve a San Juan, la cual es cantada por todo el pueblo, que llena la reducida ermita. Acto seguido, los concurrentes se trasladan en romería al bosque, y a la luz de faroles, comienzan las operaciones de curación. Los niños enfermos se desnudan completamente, para que el rito logre mayor virtud. Dos hombres mantienen bien abierta la hendidura del árbol. A un lado se coloca el "Pedro", que lleva el niño en brazos, quien después de santiguarse en nombre de la Santísima Trinidad, lo entrega a "Juan", que lo devuelve, repitiéndose la operación tres veces, recitando cada una de ellas la fórmula mágica tradicional: - Tómalo, Juan. - Dámelo Pedro. - Herniado te lo doy. - Sano te lo entrego. El poder milagroso del bosque se extingue con los primeros rayos del sol. El "Juan" y el "Pedro" que ofician en la ceremonia ejercen este oficio por tradición y gratuitamente.

martes, 8 de mayo de 2012

Grabados rupestres de Bouça do Colado, Ponte da Barca

Volvemos a citar Ponte da Barca. Si la vez anterior fue para señalar la procedencia de un ara, aunque ésta fue encontrada en Braga, hoy queremos destacar unos petroglifos existentes en un complejo rupestre conocido como Bouça do Colado. Se fechan entre el Calcolítico y el Bronce antiguo y entre estos grabados destaca un posible idoliforme femenino, que bien pudiera ser una representación de la fecundidad o un culto a la Diosa-Madre, en opinión de un autor citado en la fuente, distinguiéndose claramente unos pechos femeninos, además de un marcado vientre.

Idoliforme de Bouça do Colado




















*Fuente: Fernando Alonso Romero.

Más fácil de interpretar resulta el ídoliforme femenino grabado en el centro del gran petroglifo de Bouça do Colado en torno al cual se encuentran varios círculos concéntricos y «coviñas» semejantes a los que se ven en otros petroglifos del área atlántica europea. Dicho ídolo muestra de forma muy esquemática dos pechos marcados con un círculo y una «coviña», y un triángulo sexual; lo cual, en opinión de su investigador, sugiere la pervivencia en la Edad del Bronce de un culto neolítico a la Diosa-Madre. En la aldea de Ermida, a sólo dos kilómetros de este petroglifo, se encontró una estatua-menhir, probablemente femenina debido a los dos pechos que muestra. Una de las hipótesis apuntadas sobre el significado de este tipo de estatuas-menhir, sugiere la posibilidad de que fueran representações de deusas ligadas a cultos de fecundidade ou agricolas (Baptista, A. 1985, 40; 1981).

lunes, 7 de mayo de 2012

Necrópolis de La Polera, Ubierna

Nos acercamos a la comarca de Alfoz de Burgos, al municipio de Ubierna. En el se encuentra el yacimiento arqueológico de La Polera, donde destaca una importante necrópolis turmoga, ese pueblo tan desconocido al que se suele emparentar con los celtíberos, además de con los vacceos y los autrigones. Son numerosos los enterramientos encontrados en forma de túmulos circulares, donde entre las distintas piezas de los ajuares funerarios encontrados destaca una estela, a día de hoy desaparecida.




*Fuente: museodeburgos.com


...el yacimiento más representativo es la necrópolis de La Polera, en Ubierna, situada cronológicamente entre la Primera y la Segunda Edad del Hierro (siglos V-IV a.C.). En ella se han contabilizado casi un centenar de tumbas que responden al tipo de enterramiento en túmulos individuales. La estructura tumular consiste en un círculo externo de piedras, aquí con diámetros variables que van desde los 2 hasta los 5,5 metros, que encierra un hoyo central donde se depositaba la urna funeraria con los huesos calcinados y el ajuar, cubriéndose todo el conjunto con un amontonamiento de tierra y piedras. En algunos casos, el hoyo central aparece rodeado por un pequeño círculo interior de piedras que, en ocasiones, también se cubre con una losa.
El material arqueológico de esta necrópolis es bastante uniforme. El elemento más característico son las urnas funerarias. Se trata de vasos de cerámica elaborados a mano con pastas oscuras, pie alto y hueco, cuerpo bitroncocónico y borde exvasado. En cuanto a su decoración, en la parte superior del cuerpo aparecen cuatro surcos horizontales hechos con los dedos, mientras que en la carena se pueden apreciar también improntas de dedos o pequeños trazos incisos verticales. El ajuar está compuesto por diversos objetos metálicos: cuchillos afalcatados, placas de cinturón, umbos de escudo, fíbulas, etc. Destaca una llamativa fíbula de doble resorte con puente en forma de caparazón de tortuga.

















Estela desaparecida de La Polera

viernes, 4 de mayo de 2012

Grabados rupestres de Monteferro o Penizas Pequenas, Nigrán

Hoy nos acercamos a una pequeña península, junto a la ría de Baiona, que esconde una gran riqueza natural y arqueológica que está siendo amenazada por una gran presión urbanística, de ahí que haya nacido un colectivo llamado Salvemos Monteferro para su defensa.
Hecha esta puntualización, diremos que nos encontramos en Monteferro, en el municipio de  Nigrán, siendo nuestros protagonistas de hoy unos grabados rupestres de entre los que destacan unas figuras podoformas de difícil interpretación, como ocurre con la mayoría de los grabados rupestres.















*Fuente: Manuel Santos Estévez, Petroglifos y paisaje social en la prehistoria reciente del noroeste de la Península Ibérica.

Los grabados se localizan en una de las escasísimas rocas graníticas de la zona. Está formada por una superficie ligeramente inclinada que ocupa las tres cuartas partes de la roca y una superficie horizontal en la parte superior. En la zona inclinada se encuentran un grupo de molinos rupestres de sección longitudinal navicular unidos por surcos.
En la parte superior horizontal encontramos varias combinaciones circulares formadas por figuras ovales concéntricas abiertas que contienen un grupo de cazoletas; también han sido localizados seis rebajes podomorfos con figuración de dedos. Se trata de cuatro pies derechos y dos izquierdos. Los izquierdos se orientan hacia el SSE y NE respectivamente y los derechos al S. SE. O y NO, es decir, que los podomorfos abarcan aproximadamente un arco de unos 270 grados desde el oeste al sur en el sentido de las agujas del reloj, con lo cual el campo de visión de un individuo con los pies sobre las huellas insculturadas abarca los cuatro puntos cardinales.

jueves, 3 de mayo de 2012

Pico de San Gregorio, Santa Cruz de la Sierra

Siempre que visité la bonita y milenaria Trujillo -la antigua Turgalium- y contemplé las bellas tierras que la circundan desde su castillo, o cualquier alto lugar del cerro sobre el que se asienta, me llamó la atención la forma piramidal de un monte, no demasiado lejano, que destaca sobre el horizonte meridional. En una reciente visita a Mérida, lo vi de nuevo aparecer desde la carretera, pero esta vez no lo contemplé desde la lejanía sino que la carretera me fue poco a poco acercando, hasta que me situé prácticamente en su falda, donde se encuentran las poblaciones de Santa Cruz de la Sierra y Puerto de Santa Cruz. Con posterioridad, y movido por la intuición de que esta sierra no pudo pasar desapercibida para antiguos moradores de aquellas tierras, descubrí que existen distintas huellas en forma de restos arqueológicos sobre la misma. Pero antes de entrar en detalle, en primer lugar diremos que nos encontramos en la conocida como Sierra de Santa Cruz, y que el monte en cuestión se conoce como Pico de San Gregorio, a medio camino entre las sierras de Montánchez y de Guadalupe. En cuanto a sus restos, gracias a la información que he encontrado en el blog Extremos del Duero, de donde extraigo las líneas de hoy, diré que aparte de los restos de una alcazaba árabe, de los de un convento del siglo XVII o de los de una población árabe contemporánea a la fortaleza, se dice en esta misma web que existió un poblamiento prerromano -al menos se identifican como tal unos restos de muralla-, además de alguna piedra en forma de menhir, que no se sabe claramente si existe por propio capricho de la naturaleza o por propio capricho del ser humano, pero ahí deja abierta la puerta a la especulación el autor del texto que traemos. Para terminar, existe lo que parece una cruz marcada en una de las rocas, detalle que unido a los topónimos de la propia sierra y de los dos pueblos mencionados, bien pudieran constituir un modesto indicio en cuanto a la cristianización de un lugar que pudo ser objeto de culto mucho antes. También tenemos que decir que no es la primera vez que nos acercamos en este blog a la población de Santa Cruz de la Sierra, ya lo hicimos hace poco más de un año para dar cuenta de un posible altar rupestre, aunque desconocemos si se encuentra en lo alto del pico junto al resto de elementos mencionados, con lo que, como siempre, agradeceríamos cualquier información al respecto.



Pico de San Gregorio visto desde el castillo de Trujillo

*Fuente: ¿Menhires?, santa cruz de la sierra. Cáceres; extremosdelduero.blogspot.com

Pero ¿y esas piedras colocadas de forma vertical en algunos picachos de la sierra? ¿Son obra de la Naturaleza o fue más bien el hombre el que las dispuso de esa manera para cumplir con algún ritual? Cuesta trabajo creer que estén ahí de forma casual y gusta pensar que los hombres que poblaron este territorio hace miles de años las levantaron a modo de símbolo de fecundidad, como monumento o con cualquier otra intención imposible de descifrar por nosotros.
He leído en algún sitio que existe también en esta sierra algún bolo de gran tamaño que se mueve mediante leves empujones y que probablemente estos, junto con las piedras de formas más caprichosas fueran objeto de adoración de nuestros antepasados. ¿Alguien puede demostrarlo? No importa, la imaginación es libre.


 
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