sábado, 30 de enero de 2016

El escarabeo del barco fenicio de la playa Isla de Mazarrón, Mazarrón

Algo muy desconocido por el público en general, es la existencia de dos barcos fenicios, uno de ellos aún hundido, a escasos cincuenta metros de la costa de Mazarrón, población murciana de la comarca del Bajo Guadalentín, siendo el "Mazarrón 2" el más antiguo barco del mundo hasta el momento conocido, con una antigüedad estimada de unos 2700 años. Éste fue hallado, completo, en 1994, y se encuentra aún bajo las aguas, protegido por una estructura metálica; pero, unos años antes, en 1989, tras una prospección subacuática, se hallaron, a sólo 2,5 metros de profundidad, los restos del "Mazarrón 1", el cual, no completo, sí se reflotó, pudiéndose contemplar en la actualidad en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática -ARQUA-. En él se hallaron restos de cerámica, una punta de lanza y un escarabeo de plata, que es nuestro protagonista de hoy. Estos amuletos, de los que hemos traído algún ejemplo a Iberia Mágica, con forma de escarabajo pelotero, de donde proviene su nombre, representarían al Sol naciente, siendo, por tanto, símbolo de la resurrección en la mitología egipcia, cultura en la que encuentra su origen. Protegían del mal, visible e invisible, y estaban vinculados al dios Jepri, que es la representación de Ra como sol naciente, simbolizando, igualmente, la transformación constante durante la existencia.

Escarabeo de plata de Mazarrón - Foto: descubriendomurcia.com

*Fuente: descubriendomurcia.com

Estos barcos de más de 2700 años, se han conservado gracias a la capa de algas y arena que los selló herméticamente cuando naufragaron. Aunque se encuentra -el Mazarrón 2- en un estado óptimo de salud, el barco está cubierto por una coraza metálica que lo protege. Si vais buceando por la playa no es difícil ver esta caja de metal.
Los barcos de Mazarrón, estaban dedicados al transporte de mineral y de material cerámico. Y eran construidos íntegramente de madera (pino, ciprés, higuera y olivo), sin nada de metal. El “Mazarrón 2”, iba cargado de tortas de plomo procedentes de las minas de Mazarrón. Es posible que se hundieran por exceso de peso o debido a una tormenta.
[...] A parte de estos restos de madera del Mazarrón 1 y otros en cerámica, también se encontraron un escarabeo de plata y una punta de lanza. Los escarabeos son anillos-amuletos procedentes de Egipto y tienen ese nombre porque llevan tallado  un escarabajo. 


Restos del "Mazarrón 1" en el ARQUA de Cartagena - Foto: españaescultura.es

jueves, 28 de enero de 2016

El Güeyu de Deva, Gijón

No hace mucho hablamos de esta divinidad céltica acuática cuando trajimos Covadonga, y su ancestral sacralidad, a este espacio virtual. Hoy volvemos a tierras de antiguos astures para continuar con más testimonios de la diosa Deva, en concreto, al monte que lleva su propio nombre, del que ya dimos cuenta por aquí. El motivo de repetir visita a este monte no es otro que el de hablar de El Güeyu de Deva, cuestión que quedó pendiente en la mencionada ficha; este enclave no es otro que el nacimiento del río Peña de Francia, hidrónimo que nos resulta muy familiar, por la existencia de la conocida Peña venerada por buena parte de los charros serranos y de los hurdanos, pero en el presente caso nos encontramos en el concejo asturiano de Gijón. Al igual que en el caso salmantino, en el lugar, a buen seguro de antiguos cultos precristianos, existe una Ermita conocida como de la Peña de Francia. Tanto una, como otra peña -la asturiana y la salmantina- no son otra cosa, por tanto, que antiguos lugares de culto cristianizados.

El Güeyu de Deva - Foto: panoramio.com 

En el Güeyu de Deva se dice que habitan Las Xanas, apareciéndose en fechas señaladas, como en las de San Juan, es decir, en las del Solsticio de Verano en el hemisferio norte terrestre, momento en el que podían ser desencantadas; pero lo que verdaderamente nos ha transmitido la tradición oral durante milenios, es el propio teónimo asociado a este lugar, por lo que es muy probable que nos encontremos ante un importante enclave de adoración a esta antigua divinidad, pues la coincidencia del nombre asociado al manantial, así como el del monte, bien parecen dar valor a dicha afirmación.
Según la creencia popular, el color rojizo de las aguas del Güeyu, provocado por el mineral de hierro disuelto en las mismas, venía de la sangre de los moros muertos en la Batalla de Covadonga, pues se creía que estas aguas conectaban subterráneamente con las de Covadonga, donde ya sabemos que existe un arroyo que también tomaba el nombre de la diosa Deva. El color rojizo de las mismas, seguramente, sugeriría, unos cuantos siglos antes de esta leyenda medieval, distintas explicaciones mitológicas, además de terrenales, a los antiguos astures.


miércoles, 20 de enero de 2016

Indicios paganos en la Ermita de la Bastida, Toledo

El pasado domingo, gracias a nuestro buen amigo Santiago Cabañas, que hizo de guía, un buen grupo de personas recorrimos toda la zona de Los Cigarrales de Toledo. Tras dejar atrás el Cigarral del Ángel Custodio, emprendimos, hacia nuestra izquierda, una pronunciada subida, a través de un pinar, que nos llevó a lo alto de un cerro en el que se encuentra la Ermita de la Bastida. Una vez nos encontramos ante ella, Santi nos habló sobre la existencia de una cueva en su interior, además del rito de recoger una piedra en dicho santuario el día de celebración de la romería a esta ermita, el segundo domingo de mayo, costumbre con la que, según la leyenda popular, se cura el dolor de muelas. De este modo, apreciamos la existencia de dos elementos muy típicos en enclaves cristianizados, que han recibido culto en tiempos anteriores al propio cristianismo. Desconocemos si nos encontramos ante un caso similar, pero la cristianización de una cueva, que según cuenta la tradición cristiana era visitada por Beata Mariana de Jesús, allá por el siglo XVII, y el ritual de curación otorgado a las piedras allí existentes, nos hacen ver que, aunque este lugar no hubiera sido objeto de culto en tiempos precristianos, al menos sí podemos afirmar que existen en él elementos propios de cultos paganos; no obstante, se dice que la Península Ibérica es uno de los lugares del mundo cristiano como más reminiscencias paganas, con lo que, de este modo, nos encontraríamos ante un ejemplo más.

Ermita de la Bastida en mitad del pinar - Foto: ciudaddelastresculturastoledo.blogspot.com

La ermita se halla rodeada por un pinar, principalmente de pino carrasco, a diferencia de unas fotografías que hemos podido contemplar, en la web Toledo Olvidado, de los años veinte del siglo pasado, en las que se puede apreciar como el paraje se encontraba totalmente yermo; aunque a diferencia del criterio del autor de esta magnífica web, de la que somos seguidores, entendemos totalmente negativo reforestar un lugar con especies que no sean propias del bosque autóctono del lugar de que se trate. Nos hubiera gustado más contemplar dicho templo rodeado de encinas, pero esto es adentrarnos en temas ajenos a la temática de este blog. Desde aquí recomendamos, no sólo la visita a este enclave, sino una ruta por todos Los Cigarrales y cerros que rodean por el Este, Sur y Oeste a la ciudad de Toledo, en la orilla opuesta del río Tajo.
Para finalizar diremos, ya que ilustramos la ficha con el escudo de la ciudad en la que nos encontramos, que gracias a una buena acompañante, a la que tuvimos el gusto de conocer en dicha ruta, supimos que se dice que la propia visión de Toledo, desde la zona de la Ermita de la Virgen del Valle, lugar por el que igualmente cruzamos, se asemeja al águila del escudo -o más bien se podría decir lo contrario, que es el escudo el que se asemeja a la ciudad-, en la que la cola de éste sería el barrio toledano de La Cornisa, mi barrio predilecto de la ciudad de Toledo, pues es el único que verdaderamente se une a su mítico río, el de más largo recorrido en la Península Ibérica, además de por la tranquilidad que se percibe en sus calles, como si de un pueblo, dentro de la ciudad de Toledo, se tratara.

Cueva de la Ermita de la Bastida - Foto: ciudaddelastresculturastoledo.blogspot.com


martes, 19 de enero de 2016

Petroglifos de Los Aulagares, Zalamea la Real

Volvemos al municipio onubense de Zalamea la Real, en la comarca de Cuenca Minera, donde estuvimos en su momento para hablar del conjunto megalítico de El Pozuelo. Nuestra visita de hoy quiere dejar constancia de unos petroglifos muy singulares, que no dejan indiferente a quien los contempla, aunque sea a través de fotografías, como es nuestro caso.
Están datados, aproximadamente, en el 1.500 a. C y se encuentran en una finca privada, de nombre Los Aulagares, con lo que hay que pedir permiso al dueño si se quiere pasar a observarlos. Éstos están constituidos por un buen número de círculos que se han interpretado como "ruedas astrales" e incluso investigadores como Georgeos Díaz-Montexano, gran buscador de posibles vestigios de la antigua Atlántida, quien ha atestiguado que no sólo Platón habló sobre la existencia de una civilización así conocida, sino otros muchos autores clásicos grecorromanos, ve incluso representaciones gráficas similares a los de la escritura alfabética, que más tarde se dice surgió, como primera conocida, entre los fenicios.
Es poca la información que he encontrado sobre estos petroglifos, pero observándolos, parecen de suma importancia, con lo que resulta extraño que sean tan desconocidos.

Fotos: panoramio.com
Foto: radiovalverde.com




lunes, 18 de enero de 2016

El Domingu de Sidros y Comedies, Valdesoto-Siero

El pasado 10 de enero se celebró una mascarada invernal muy especial en la población asturiana de Valdesoto, perteneciente al concejo de Siero; hablamos del Domingu de Sidros y Comedies. Los Sidros son unos personajes con máscaras de lana o pieles de animales, que danzan y brincan con largos palos de avellano, utilizándolos como pértigas, y haciendo sonar sus cencerros, con un claro significado que se da en una y otra mascarada invernal. Sin querer repetirnos mucho, únicamente a título recordatorio o informativo, para la persona que aún no lo sepa, ese incesante sonar de los cencerros trata de despertar a la Naturaleza de su largo letargo invernal, estación en la que aún nos encontramos. Para estas mascaradas se emplea más comúnmente el nombre de "guirrio", y es en los concejos de Siero y Bimenes donde se los denomina como "sidros". Pero dejemos que sea la propia web de este festejo quien nos explique.

Foto: sidroscomedies.es

*Fuente: sidroscomedies.es

Tan singular personaje procedería, según la teoría del historiador Juan Uría Ríu, de los ritos de Los pueblos primitivos, “donde Los miembros del clan buscaban bien la protección del animal totémico, disfrazándose con su pieles, o la fecundidad de Las personas”. Así lo reflejan Rosa María Villa, Javier Díaz y Gregorio Fonseca en su estudio sobre Las costumbres y tradiciones sierenses publicado en «El libro de Siero». Estos autores, que participan parcialmente de la teoría de Uría Ríu, consideran a los “sidros” como “antiquísimas máscaras totémicas, emparentables o reencarnables en otras que se usaban en Los ritos griegos y romanos de Fauno y Silvano y del Busgoso”. Y añaden: “debemos considerarlos como símbolos de antiguos ritos parateatrales que se celebran para festejar el Paso del invierno a la primavera”. Y así, desde hace milenios, han llegado a nuestros días.
El nombre de “guirrio” es más genérico, pero en Siero y Bimenes se nos conoce por “sidros”. Sobre la procedencia del nombre hay varias teorías. Según Constantino Cabal, la palabra “guirrio” procede del latín guerrire (saltar de gozo, retozar), en clara referencia a una de sus funciones. Para Fausto Vigil, procede del euskera oguerria, que significa Navidad. Para la palabra “sidro” se busca una salida fácil, y lo llama así por su relación con la sidra. Nada más lejos de la realidad. Hay aún otra opinión que indica que “guirrio” procede de "guirriar" (reír). Sobre su origen, Fausto Vigil considera que los “sidros” (entendiendo por tal el conjunto formado por los “sidros y la comedia”) son el último eslabón de Los autos sacramentales que se representaban en las iglesias, y después fuera de ellas. Para Juan Uría, considera que su origen está en las celebraciones de los pueblos primitivos. Según otra opinión, y mitológicamente hablando, el “guirrio” sería la reencarnación de los viejos mitos griegos y romanos del “Silvano”, del “fauno” y del “busgosu”, persiguiendo a las mujeres para volverlas fecundas.



Spot Domingu de Sidros y Comedies 2016 from Gomeru Producciones on Vimeo.


sábado, 16 de enero de 2016

La Cueva de Pedro Fernández, Estremera

Continuamos buscando huellas de la Edad del Bronce. Hoy, en concreto, nos acercamos a la comarca de Las Vegas, a Estremera, donde existe una cavidad - la Cueva de Pedro Fernández- formada por un conjunto de galerías que alcanzan una longitud horizontal de unos cuatro kilómetros, considerándose como una de las cuevas excavadas en yeso de mayor recorrido en la Península Ibérica. Los restos arqueológicos hallados en la misma pertenecen a la Edad del Bronce, como decimos, en concreto en su fase inicial y media, es decir, entre los años 1.600 y 1.200 a. C. En ella existen desde lo que parecen unos grabados, distintas manifestaciones de cerámica y vasijas en una especie de repisas naturales, una curiosa pileta o depósito de recogida de agua y distintos enterramientos.

Posibles grabados de la Edad del Bronce - Foto: senderosesotericos.wordpress.com

No queda clara la característica funcional principal de la cueva, pero podrían resumirse sus funciones, principalmente, en las siguientes: cueva-necrópolis; cueva-santuario; y cueva-habitación, pues parece ser que cumplió, como poco, estas tres funciones. El acceso, que se encuentra tapado por una reja en forma de parrilla, se realiza en vertical por una boca existente sobre el llano, de unos 9 metros de profundidad. En la actualidad continúan los trabajos de excavación arqueológica, con lo que no es mucho más lo que se conoce. Estaremos atentos a nuevos posibles hallazgos en dicha cueva.
Enlazamos en la ficha un breve vídeo hallado en la red donde se recogen las impresiones de parte del equipo de excavación.







jueves, 14 de enero de 2016

Enterramientos en la Motilla del Azuer, Daimiel

Para estudiar la Edad del Bronce en la Penínula Ibérica, unos de los mejores exponentes, junto a la cultura argárica del sureste, lo constituyen las motillas manchegas, que forman parte de lo que se conoce como Bronce Manchego. La más importante de todas ellas es la Motilla del Azuer, la cual se encuentra en el municipio de Daimiel. Una de las curiosidades de este poblamiento fortificado del Bronce resulta ser un pozo, que se considera aún, a día de hoy, la estructura hidráulica más antigua documentada en la península; pero el motivo de nuestro acercamiento a este yacimiento se da por una serie de enterramientos, que configuran el enterramiento tipo más habitual, no sólo del Bronce Machego, sino del Bronce peninsular en general. Éstos se documentan en el interior del poblado, inhumándose los adultos en posición lateral flexionada y con algunos niños en el interior de vasijas.
De este modo, a diferencia de épocas posteriores, nuestros antepasados de la Edad del Bronce querían tener cerca de ellos los restos de sus familiares ya difuntos, incluso junto a los muros de sus viviendas.

Enterramiento en Motilla del Azuer - Foto: motilladelazuer.es

*Fuente: motilladelazuer.es

La distribución de los enterramientos coincide con el área del poblado, en un ritual frecuente en la mayoría de culturas de la Edad del Bronce en la Península. Los difuntos se inhumaban en posición lateral flexionada, dentro de fosas simples, o bien revestidas por muretes de mampostería o lajas hincadas, que en ocasiones se adosaban a los muros de las viviendas o a los paramentos exteriores de la fortificación. Algunos niños se depositaron en el interior de vasijas. Los ajuares son escasos y poco representativos, constituidos por vasos de cerámica, puñales de remache y punzones de cobre arsenicado.




martes, 12 de enero de 2016

El milenario trabajo de la fragua en el siglo XXI, Camuñas

Hoy abandonamos, en cierto modo, la temática de este blog, con la intención de homenajear a un oficio milenario que se inició en los periodos históricos a los que da nombre -Calcolítico, Bronce, Hierro-, épocas a las que tanto nos acercamos en Iberia Mágica.
Por este motivo, traemos un capítulo de la fabulosa serie "Así se hacía", con difusión en la red, que está realizando Julio Ramírez (Mimes De Azzaria en facebook) en su fragua de Camuñas (Toledo), conocida como La Fragua del Norte. En este caso nos enseña cómo se realizaba un eslabón de fuego o chisquero utilizado por nuestros antepasados para encender sus lumbres, siendo el sustituto de la pirita. Por supuesto, tenemos permiso de su autor para compartir este vídeo, donde queremos mostrar un oficio milenario, como el de herrero, que personas como Julio continúan realizando.
Vaya desde aquí nuestro agradecimiento y homenaje a personas que como Julio Ramírez hacen que no todo esté perdido.





lunes, 11 de enero de 2016

La Piedra Bamboleante de La Cogolla, Montánchez

Queremos dejar testimonio de un ritual más de fertilidad en torno a una piedra. La historia tiene un triste final, pues por estúpido entretenimiento, un grupo de militares, durante la Guerra Civil, se ocupó de tirar la que era conocida como Piedra Bamboleante de Montánchez, una piedra caballera sustentada sobre otras dos, que, cuando se empujaba, se movía. Según cuenta el antropólogo José María Domínguez Moreno, a quién he conocido en persona, las mujeres con problemas para traer descendencia se solían abrazar a este tipo de piedras buscando la fertilidad. No hemos encontrado ninguna mención concreta a la piedra oscilante de Montánchez en este sentido, pero su gran fama, tanto que hizo acudir a visitarla a curiosos personajes como el propio Mario Roso de Luna, nos hace creer que pudo ser utilizada con este fin.
Vaya desde aquí nuestro recuerdo a este monumento de la Naturaleza.

La Piedra Bambolenate fotografiada a principios del siglo XX - Foto: hoy.es

*Fuente: Sergio Lorenzo, hoy.es - 11/06/2011

Julio Lozano cuenta la excursión que en 1904 hicieron a caballo, a este curiosa peña, cuatro figuras de la cultura extremeña: Rafael García Plata de Osma, Eduardo Hernández-Pacheco, Tirso Lozano Rubio y Mario Roso de Luna, el sabio de Logrosán que aseguraba que esta extraña roca era una prueba de que en esta provincia vivieron los atlantes, habitantes de la desaparecida Atlántida.
La mole de granito que se movía al empujarla parecía una cabeza que saliera de las entrañas de la tierra. Estaba a una legua de Montánchez, en la parte superior de una colina llamada La Cogolla y estaba formada por tres rocas, una encima de otra. La primera era un pedestal cuadrangular de 85 centímetros de alto. La segunda era una piedra cuadrada de 22 centímetros de altura, y la tercera una mole casi redonda que medía 2,60 metros. En total, el monumento megalítico medía 3,67 metros.
Lozano comenta que, según el antropólogo Domínguez Moreno, hubo una época en que las mujeres estériles se abrazaban a las piedras bamboleantes con la creencia de que al moverlas tendrían hijos. La famosa piedra de Montánchez pasó a la historia en la Guerra Civil, el 19 de junio de 1937 se desplazaron a este lugar dos compañías del regimiento de Las Navas, comandadas por el alférez Félix Alejandro Bartolomé, y se entretuvieron tirando el monumento.



domingo, 10 de enero de 2016

El acueducto de Segovia y Hércules, Segovia

Ayer visitamos la bella ciudad de Segovia. Normalmente solemos traer enclaves, rincones o testimonios menos comentados de ciudades de este calibre, tan conocidas para la mayoría de la gente; hoy, sin embargo, haremos lo contrario, pues hablaremos de su monumento más conocido -así queda reflejado incluso en el escudo de la ciudad-, por delante del Alcázar o la catedral, como es su acueducto romano, aunque para contar un aspecto bastante desconocido, que no es otra cosa que su vinculación con un personaje mitológico como Hércules.
Anoche, al volver, quise buscar información sobre esta colosal construcción, en concreto sobre las dos hornacinas que tiene en su parte final, la de mayor dimensión y más espectacular del acueducto. Sabía que la virgen que tiene en una de ellas, era -y es- la Virgen de la Fuencisla, de cuyo santuario hablamos hace tiempo en Iberia Mágica, pues intuimos en éste indicios de culto en tiempos precristianos, pero no que la otra hornacina, la cual en la actualidad se encuentra vacía, la ocupara una imagen de San Esteban; pero no es esto lo que más nos ha interesado, sino descubrir que en tiempos hubiera servido -no sé cuál de las dos- para situar la imagen de un "Hércules egipcio", quién cuenta la leyenda fue el fundador de Segovia. Desconozco la fuente en la que se basan para afirmar esto, con lo que, como siempre, recurrimos a la colaboración de cualquier persona que lo sepa y quiera compartir su conocimiento.

Hornacina con la Virgen de la Fuencisla - Foto: recuerdosdepandora.com

El gentilicio que acompaña a este héroe de la mitología clásica también nos ha llamado la atención, pues sabemos que Hércules es la latinización del Herakles griego, pero nada sabíamos de su vinculación con el antiguo Egipto. Conocemos un caso de sincretismo o de vinculación entre una divinidad helena y otra egipcia, como ocurre, a partir de la conquista de Alejandro Magno, con las figuras de Zeus y Amón, pero nada sobre la conexión entre Herakles y el país del Nilo, así que, tratando de buscar algo de información, hemos encontrado una cita del que llaman Padre de la Historia, Herodoto, a quién los sacerdotes egipcios informaron de que el origen de Herakles -el Hércules romano- no era griego, sino egipcio, escribiendo Herodoto lo siguiente: "del Hércules griego no he podido encontrar dato alguno en Egipto… el nombre no lo tomó jamás prestado Egipto de Grecia… Hércules… como afirman [los sacerdotes], es uno de los doce dioses mayores, procedentes de los ocho dioses primitivos, unos 17.000 años antes de Amasis“; esto es lo que nos comenta el historiador griego, dejando clara la vinculación egipcia del héroe.
Pero hay autores que hunden sus raíces más allá de Egipto, en Oriente, entendiendo que Hércules tiene un origen hindú, asociándolo con Balarâma o Baladeva, el dios que era hermano mayor del mismísimo Krishna.
Tenga su origen dónde lo tenga este hijo de dios y de mortal, parece claro que pudieran existir conexiones entre divinidades y mitos de la mitología clásica grecorromana, egipcia y oriental, principalmente la primera de estas últimas y, seguramente, la segunda de la tercera.
Un paseo invernal, en una tarde no demasiado fría de una ciudad fría como Segovia, puede acabar en este tipo de pesquisas y conclusiones.

Acueducto de Segovia - Foto: Iberia Mágica - 09/01/2016



miércoles, 6 de enero de 2016

El Guirria, San Juan de Beleño-Ponga

Los 1 de enero, como día más importante, pues también se celebra los 31 de diciembre y los 5 de enero, se celebró en San Juan de Beleño, parroquia del concejo de Ponga, al sureste de Asturias, la fiesta de El Guirria, otra curiosa mascarada invernal, en un entorno majestuoso, rodeado de altas montañas, en plena Cordillera Cantábrica. La mañana del día 1 de enero comienza con el aguinaldo, donde éste es solicitado por mozos a caballo, además de niños en burro tras los primeros. Pero antes, el 31 de diciembre, se han sorteado las parejas de mozos y mozas, todos solteros y solteras que sean mayores de 15 años; entre los que quedan desparejados se elige El Guirria de ese año. Sólo los mozos y mozas que han participado en el sorteo saben quién es, con lo que éste no será reconocido por los vecinos del pueblo cuando recorra las calles al día siguiente. Éste se esconde tras una máscara de la que penden largas barbas negras, con capirote y un traje de color amarillo y azul al estilo de un arlequín.

El Guirria - Foto: multimedia.lne.es

Recorre las calles con un zurrón lleno de ceniza para arrojar a los que no van a caballo y con un largo báculo para saltar y brincar. El Guirria abraza, besa y achucha a las mozas durante el recorrido, incluso colándose en las casas por sus ventanas, en lo que parece un claro ritual de fertilidad. La ceniza, tan típica en muchos de estos festejos, además de en los carnavales más ancestrales, simboliza igualmente a la fertilidad, aunque las mozas, y mujeres no tan jóvenes, para evitar ser rociadas de la misma, han de besar al Guirria, pues paradójicamente se considera que podrían ser infértiles si acabaran bajo la lluvia de ceniza. Por tanto estamos ante un travieso personaje besucón y bailarín que nos recuerda que la primavera y la fertilidad de los campos están a la vuelta de la esquina tras el paso de la estación invernal. En cuanto al aguinaldo, los mozos reciben dulces, comida, bebida y dinero, cenando los más pequeños juntos la noche del 1 de enero y los más mayores o mozos, la noche del 5, donde las parejas formadas comparten regalos, cena y al menos el baile en un par de piezas de la verbena del Guirria, y como dicen en la web plataformadigitaldefiestas.com, "Lo que suceda después ya es cosa suya".
Para finalizar hemos de hacer un apunte con respecto al nombre del pueblo, pues el genitivo Beleño que ostenta el topónimo, nos recuerda a esa hipótesis que enlaza a nombres de pueblos como, por ejemplo, Beleña de Sorbe (Guadalajara) con el dios celta Belenos.



lunes, 4 de enero de 2016

El Monte Auseva, Covadonga y la diosa Deva, Covadonga-Cangas de Onís

Todavía no nos habíamos acercado, en este sitio virtual, a un lugar tan simbólico como Covadonga, en el concejo asturiano de Cangas de Onís. Sobre el Santuario de Covadonga es mucho lo que se conoce, con lo que nuestra ficha no tratará de describir un lugar sobre el que se puede encontrar mucha y más completa información, sino únicamente señalar un detalle que nos ha parecido muy importante en aras de tratar de descubrir el ancestral pasado sacro de este lugar, que va mucho más allá del episodio mitológico cristiano con la Virgen de Covadonga y Don Pelayo de protagonistas.

Foto: perroviajante.com


En el Monte Auseva, bajo la Cueva de Covadonga, existe una cascada que crea un riachuelo o arroyo, cuya agua pocos metros más abajo desemboca en el río Reinazo, también conocido como río Covadonga; pues bien, este arroyo toma el nombre de Deva, una antigua divinidad céltica bien conocida en ese blog, pues son varios los hidrónimos y topónimos que ha dejado en la Península Ibérica y de los que hemos ido señalando poco a poco algunos de ellos. El hidrónimo de hoy nos pone sobre la pista de que este manantial fue sacralizado con anterioridad a la propia llegada del cristianismo, como ocurre en otros tantos lugares de este tipo. Quien haya visitado Covadonga y disponga, además, de un mínimo de intuición para estas cuestiones, podrá sentir la propia sacralidad y la fuerza telúrica que desprende un lugar tan espectacular como éste, además de su ubicación en un recóndito paraje muy cercano a los Picos de Europa. El propio nombre del Monte Auseva parece ser de origen prerromano, lo que añade un elemento más de adscripción anterior al cristianismo a este mágico enclave; incluso una de las etimologías existentes sobre el propio topónimo Covadonga le otorga un origen céltico, pues esta hipótesis entiende que Covadonga deriva de Cova d'onnica ("fuente de la cueva"), con la palabra onnika -fuente- que derivaría del término celta onna, el cual significa río.



domingo, 3 de enero de 2016

El Bronce Carriazo, Sevilla

Hasta ahora no habíamos traído al blog una las creaciones más conocidas del mundo tartésico. Hablamos de un relieve en bronce de 15,3 x 9,5 cm, que parece pudo haber formado parte de un bocado de caballo. Está datado entre los siglos VII y VI a. C. y se cree fue hallado en los alrededores de Sevilla, aunque el arqueólogo Juan de Mata Carriazo y Arroquia se encontró con él en un mercado de antigüedades, en los años 50 del siglo pasado, de ahí se le llamara como uno de sus apellidos.
Se trata de una representación de la diosa fenicia Astarté, aunque con el típico peinado que presentaba la diosa egipcia Hathor, eso sí, sin las características orejas de vaca de esta última divinidad. En esos siglos, por tanto, el sincretismo entre las tradiciones orientales -fenicia y egipcia- y la local, era más que evidente. De todas formas, hemos de hacer caso a los expertos, que la califican como tartésica, pero bien pudo provenir de alguna colonia propiamente púnica de la zona o de la propia Fenicia; entendemos que se han tenido que basar en alguna razón que no conocemos para considerar a la pieza como de producción local. El Bronce de Carriazo se puede contemplar en el Museo Arqueológico de Sevilla.

Foto: Wikipedia


*Fuente: Red Digital de Colecciones de Museos de España - ceres.mcu.es

El ´Bronce Carriazo´ constituye una pieza excepcional entre los objetos de origen tartesio de este Museo, por su original modelo iconográfico y especialmente por su trascendencia histórica. Se halló de forma casual en el mercadillo de ´El Jueves´ de Sevilla en los años 50 del pasado siglo, y continúa protagonizando un encendido debate acerca de su funcionalidad específica. Presentado como cama de bocado (Maluquer, 1957; Blanco, 1960), y objeto de caldero (Maluquer, 1957), parece que corresponde, según paralelos iconográficos, con una cama lateral de bocado de caballo. El modelo remite a la región del Luristán, dentro del mundo asirio del s. VII, aunque esta hipótesis debe admitirse con reservas. Lo que sí está claro es que no es producto de la influencia de Hallstat, como sugería Maluquer, ya que la representación, la diosa entre animales, es típica del mundo oriental, transportada por los comerciantes fenicios y orientales a partir del s. VII por todo el Mediterráneo (Jiménez, 2002)
[...] A cada lado -de la diosa- se erige un ave en vuelo, de especial valor simbólico, con plumas bien ordenadas que se acoplan por encima de la cabeza femenina. De pico largo, recto y cerrado, con ojos levemente indicados, portando una especie de collar constituido por tres líneas paralelas, y por debajo, unas leves escamas pertenecientes al pelaje del cuello. Bajo las alas extendidas, el cuerpo adquiere forma de nave, de donde sobresalen siete apéndices perforados para la suspensión de algún elemento decorativo (cadenillas con sonajeros, ruedas o figuritas). El pico del ave situada a la derecha de la figura se encuentra fracturado.
La parte posterior se presenta lisa, a excepción de una gruesa anilla dispuesta en vertical a modo de asidero. 



viernes, 1 de enero de 2016

Los Cencerrones, Abejera de Tabara-Riofrío de Aliste

Inauguramos nuestro octavo año con el blog dejando constancia de un festejo que se celebrará hoy mismo a las 15:30 h. en la localidad zamorana de Abejera de Tabara, perteneciente al municipio de Riofrío de Aliste, en plena comarca de Aliste. Como ya sabemos, esta comarca, al igual que la vecina Trás-os-Montes portuguesa, es muy rica en mascaradas invernales y cencerradas, conocidas igualmente en esta zona como obisparras, encontrándonos, por tanto, ante una más en la que se produce una lucha simbólica entre las fuerzas del bien y las del mal o, lo que es lo mismo, entre la oscuridad del invierno y la explosión de la vida de la primavera.
En este caso, por su proximidad al Solsticio de invierno, podría encuadrarse dentro de los festejos del solsticio, pero ostenta muchas similitudes con celebraciones de mitad de invierno, o en torno al antiguo Imbolc, donde con la cencerrada se pretende despertar a la Naturaleza de su letargo invernal.

Foto: tradicionesyfiestas.com

El festejo, tristemente, como tantos otros, desapareció, pero hace unos años fue recuperada por la Asociación Cultural El Castro, lo cual supone una gran noticia. En Los Cencerrones intervienen seis personajes: el Cencerrón y la Filandorra, por un lado, y el Ciego y el Molacillo, por otro. Otros dos personajes, como son el Gitano y el Pobre, intervienen en esta representación, aunque no intervienen en la lucha. También participan dos burros, uno de ellos perteneciente al Gitano, el cual intenta venderlo a los asistentes.
Como podemos comprobar, son muchos los elementos heterogéneos y atemporales que convergen en el festejo, aunque el trasfondo parece claro, tal y como hemos explicado anteriormente, y no es otra cosa que la lucha entre las fuerzas invernales de las tinieblas y las primaverales de la luz, pues, como siempre decimos, desde el propio solsticio, la luz comienza a ganar terreno a la oscuridad, hasta el paso del equinoccio, momento en el que aquélla se habrá impuesto y así eternamente en lo que la mitología budista denomina la Rueda de la Vida.


 
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